Hay una montaña sagrada en la RAT ( Región Autónoma del Tíbet) llamada Kailash, donde cada año miles de peregrinos budistas tibetanos e hindúes llevan a cabo un viaje a la zona a fin de llevar a cabo la Kora de la montaña ( rodearla en el sentido de las agujas del reloj) a fin de acumular méritos y exculpar ofensas. El circuito que bordea la montaña mide 54 kilómetros y algunos lo hacen en 14 horas. Otros se lo toman con más tranquilidad, y tardan 2 o 3 días, con tienda de campaña incluida, comida, acampadas….Llevando a cabo subidas y bajadas a distintos picos para expiar más y mejor los pecados.
Es tradición dejar en la zona de la montaña algo personal, una prenda, un pelo, una gota de sangre…Lo que para un occidental pudiera parecer un “vertedero” para un peregrino es un auténtico santuario de reliquias.
Yo no estuve en el monte Kailash debido fundamentalmente a la política del gobierno chino con respecto a la RAT. No hemos podido ir, aunque hubiéramos podido hacerlo, previo pago de unos 400 euros por 4 días, con guía gubernamental obligatorio, con zonas restringidas a visitar y siempre en presencia del “controlador”, quedando prohibido salir de la ciudad de forma independiente. Total que ante ese panorama y sin ser especialmente activistas de nada, aunque con ciertas simpatías por los tibetanos, nos negamos a ir, entre otras cosas por el presupuesto que aparte de abusivo nos pareció un “impuesto revolucionario” por parte del estado para visitar una especie de cárcel al aire libre. Obviamente todos estos trámites eran para visitar la capital, Lhasa. Lo del monte Kailash, Base del Everest, etc. es otro cantar, con más permisos y soltando más pasta….
El caso es que llevé a cabo mi particular peregrinación, “por libre”, sin guía gubernamental, sino más bien acompañado por un amigo conocedor de la cultura tibetana, y no fuimos a ningún lugar sagrado, sino más bien todo lo contrario, más bien a visitar esa parte del Tíbet profundo y desconocido, arrasado por las catástrofes naturales y fuera de los circuitos de trekking por el Himalaya y turismo “espiritual”…
Y entre esos lugares se encontraba la ciudad arrasada por el terremoto, Yushu.
Allí, una fría y lluviosa mañana, y siguiendo mi pequeña “tradición” como hacen los peregrinos en el monte Kailash, dejé un par de botas viejas juntos a los escombros de un edificio en ruinas, la casa de nuestros anfitriones tibetanos. Estaban bastantes desgastadas por los cientos de kilómetros que llevaban rodados, algunas rozaduras en la parte del talón y laterales, suela despegada, mis pies perfectamente adaptados a su envoltura…En fin, se podría decir que les tenía bastante cariño. Hice lo mismo en Australia con otro par de botas viejas, esas “zapatillas rojas de Spiderman” que dejé en el cruce de una calle…… Quería esta vez que fuera algo simbólico, en memoria de una ciudad completamente destruida, la imagen de unas botas viejas entre las ruinas se me antojaba atractiva, y había una cierta armonía….
Y lo mejor de todo esto, es que nuestro amigo tibetano, el que había perdido su mujer, su casa, sus pertenencias, las vio y me preguntó. Me pareció que calzaba un número de pie parecido al mío, y sin más preguntas, recogí las botas y se las ofrecí, diciéndole que ya no me servían, que aunque usadas, todavía podían dar de sí bastante, pues la suela era de una calidad excelente y prácticamente “indestructibles, (Vibran).
Sin más palabras se quitó las que llevaba puestas, se “enfundó” en mis viejas botas y por esas casualidades de la vida y un poco de magia, le quedaban que ni pintadas….Perfectas. Y se le dibujo una sonrisa como cuando le compras un par de zapatos nuevos a un niño. Y empezó como a saltar….Y seguía sonriendo…No se las quitó en los tres días que estuvimos con él.
Y una vez más, llego a esa conclusión, lo que deja de ser útil para unos adquiere pleno valor para otros. Y siempre es bueno dejar algo por ahí, desprenderte simbólicamente de una prenda, porqué algo de ti dejas siempre con tu presencia, y algo te llevas….
Y bueno, tal vez esa la esencia entre otras cosas de viajar….
Tal vez por eso, mi entretenimiento favorito, es ir donde nunca he estado… y dejar algo….Vaciarme de algo antiguo y dejar un espacio libre, para o bien dejarlo así, vacío, o llenarlo con algo nuevo….
Tremenda pagina, muy bueno los relatos y los viajes. Entretenido.
Ademas me hace ver como es la diferencia de los paises y la diferencia de personas en el mismo pais, como la represion del gobierno , o las personas como las de Yushu que por mas que hayan perdido casi todo y con un dolor dificil de sanar, siguen adelante y ponen esperanza a la vida, los pequeños detalles, los chinos frios y antipaticos, etc.
Encontre esta pagina de suerte sin querer y ahora todos los dias entro a leer un nuevo relato, ja,
muy buena che, gracias por esto
suerte