Lunes
El vuelo correcto. Casi 6 horas de Roma a Addis Abeba. Menú a bordo a las 2 de la mañana. El estándar de horarios y exigencias europeas, aquí te lo borran de un plumazo. Estás llegando a África macho….!!!
El aeropuerto sencillo y fácil de manejarse en él. A la salida me dirijo a una cola para sacar el visado de entrada. Cola caótica, funcionarios caóticos, aunque muy amables. Das el pasaporte, te retratas con 50 dólares americanos, pasas a otra ventanilla con el visado colocado, sales por una puertecita a la zona humilde y sencilla de recogida de equipajes. A veces lo simple es mejor que lo complicado. Bueno, a veces no. Siempre. El aeropuerto sin sistema informatizado ni demasiadas cintas transportadoras, es más eficiente que todo el rollo este tecnológico que nos hemos montado en occidente. Se va la luz y falla todo el sistema. Aquí se va la luz y falla el sistema también, pero todo sigue su ritmo, sin más dramas…..Pasa uno a modo manual y ya está….
Recogí mi maleta y la maleta púrpura en menos de 5 minutos.
La gente amable la verdad. No hay gritos, ni aspavientos ni presiones de taxistas cuando sales de la zona de llegadas. Una pequeña oficina de turismo con gente servicial, sencilla y con falta de mapas. Me llamaron a mi enlace en la capital, que me estaba esperando fuera. Super amables. Super agradecido por ese sencillo gesto de humanidad…..
Salgo y nos identificamos rápidamente. Mi enlace, el contacto que tiene mi amiga en la capital es un tipo de mediana edad, servicial, con buena comunicación, habla castellano perfecto y correcto en el trato. Le acompaña un amigo, abogado, que es supongo el que me ayudará a intentar saber cual es la situación judicial de mi amiga en el país.
Aquí muchos etíopes hablan español. La presencia de Cuba en el país fue importante y generosa, por aquello del social-comunismo de los 70. Algunos etíopes se formaron en Cuba. Maestros, médicos, ingenieros….
La capital mastodóntica. Me llevan en un coche destartalado pero que funciona. Sin cinturones de seguridad, sin amortiguación por el trato dado y sin limpia parabrisas. Aquí llueve todos los días en esta época, y bien.
Edificios a medio construir con andamios de palos de madera, plásticos en los huecos de las distintas plantas….Tardan décadas en construirlos, por lo que presentan muchos de ellos un aspecto fantasmagórico. Esto junto a calle sin pavimentas llenas de socavones de los gordos, avenidas y calles caóticas, dan un aspecto a la ciudad hostil. Muy hostil. Poco amable, gris, contaminada y carente de cualquier atractivo. Una típica ciudad africana de 6 millones de habitantes.
Lo mismo te encuentras un Porsche Cayenne estacionado en lo alto de una acera, junto a una familia muerta de hambre en esa misma acera envuelta en plásticos para protegerse de la lluvia, una cafetería estilo francés con gentes de clase media y a la salida gente muy digna malviviendo vendiendo mazorcas de maíz en una lata a modo de infiernillo.
Brutal, cruel, impactante. Muy crudo. Sin vaselina….A palo seco…..
Confieso que a veces, voy caminando por la acera y no puedo evitar emocionarme y dejar que como siempre en estas situaciones, se me escapen unas cuantas lágrimas de las gordas, de esas que aparecen a traición, sin previo aviso, y que notas como caen perfectamente a lo largo del rostro. Es inevitable. Cualquier persona media, de inteligencia media, de compasión media se desmorona. Otra cosa es que haya que aguantar el tirón y seguir “pá lante” como decimos en Andalucía.
Mis anfitriones me dejan en un hotel bastante aceptable. Estoy muerto de cansancio por las dos noches previas dormir poco y mal, pero decido tomarme un café etíope, espectacular, y revivo.
Me pongo las pilas y movilizo a mis acompañantes. Necesito una tarjeta SIM para poderme comunicar con mi amiga y otras personas del país. Aquí las comunicaciones funcionan pésimamente. La luz se va varias veces al día, cada edificio tiene su generador. Internet se va y se viene, y el what s app que hoy en día en básico en occidente, aquí no termina de funcionar del todo.
Pero a pesar de todo, las cosas funcionan, y te comunicas. Mas despacio, de manera intermitente por los cortes, pero funcionan. Y uno se sorprende cuando ve las calles, la manera de vivir y el entorno.
Aquí ya no tienes que temer porque te coma un león o un guepardo. Aquí tienes que temer cuando vas a cruzar una avenida de 6 carriles. Es impactante y sorprendente como no hay atropellos más a menudo. Autobuses enormes, coches de todos tipos y tamaños. Hasta he visto dos burros caminando solos, eso sí, por un carril y no a lo loco, y un tipo cruzando con un rebaño de ovejas. Lo juro….!!! Uno no lleva la cámara siempre a mano, pero el ojo humano da para mucho y hay que también relajarse y ver con total consciencia este espectáculo caótico, surrealista y tremendamente hostil. 6 millones de almas moviéndose en este caos organizado. Pocos semáforos, pocas normas que cumplir, pero todo funciona de manera casi autónoma. A veces piensas que los milagros existen…..