Domingo
Me levanto a las 7 de la mañana. Mis amigos me han dicho que van a venir a recogerme a las 7.30 para la cita a las 8 con el manager del orfanato.
Me levanto y me pongo presentable. Estoy sereno como si hiciera esto todos los días. Tratar con bastardos desprovistos de emociones y que tienen como prioridad la pasta.
Y si hay que dejar algún cadáver por el medio, no hay piedad. De hecho comprensiblemente a veces, la piedad no puede existir. Aquí la vida es brutal, no da un respiro. Muchas bocas y poca comida. Esto da pie a situaciones extremas…., “mejor tu que yo..” y….”maricón el último….”
A las 7.30 no aparece nadie, a las 8 tampoco. Los llamo incesantemente. No contestan. Son las 9 y tampoco. Me cojo una moto taxi y tiro para el hotel de mis amigos. Al llegar me encentro al sobrino, el que se me declaro ayer con los ojos ensangrentados, con una resaca del copón, apenas podía hablar. La madre del niño de mi amiga compungida y el conductor particularmente activo y participativo. Ha pasado de ser un hombre silencioso a tomar las riendas de la situación y ante la pasividad de sus dos acompañantes e incluso la mía, nos anima como si fuera un entrenador de fútbol, con una gran sonrisa y amabilidad….Me sorprende el tipo la verdad. Y se agradece….
Me dicen que el tipo no ha llamado, que su esposa dice que está durmiendo todavía. Me quedo a cuadros, pero recuerdo que estoy en África. Nos citan a las 11 en el hotel. Dos horas más de espera y nada. Insisto a que nos movamos y vayamos al orfelinato solo a estar allí mientras que el cabrón este le dé la gana de recibirnos. La mujer está asustada, mi colega el borrachín casi dormido y conductor que no habla una palabra de inglés diciendo que no es buena idea. Que aquello es África, que hay unos códigos de conducta, un escalafón social y si el manager ha dicho que no vayamos, hay que acatarlo.
Al final ya que el tipo no llama consigo convencerles, nos metemos en el coche y enfilamos por una carretera embarrada hacía el orfelinato. A mitad de camino, suena el teléfono. Es él. Lo coge el conductor y veo que toma las riendas de la situación. El tipo tímido, lo veo en el papel de mediador total, casi a gritos con el manager. Me quedo a cuadros. Tras media hora discutiendo, me dice que tenemos que volver, que no pasemos por el orfelinato bajo ningún concepto, prohibido, no recomendable, y nos cita dos horas más tarde. El tipo dice que a las 13 pasa por el hotel y quiere hablar personalmente conmigo, sin testigos.
Me cabreo por primera vez. Tengo un mal feeling, que no va a venir o que va a ser un tipo difícil. Llevamos desde el viernes esperando a que nos reciba, y el tipo se hace de rogar…..
Me convencen con la típica parsimonia africana, en esto son muy buenos. Lo veo razonable e intento desactivar mis códigos mentales occidentales. Y accedo a esperar en el hotel.
Pasan las horas y seguimos esperando. El tipo llama como si fuera un agente secreto y pide que le vayan a buscar. Son las las 14, y ya me huele todo muy muy mal. El tipo llega a las 15 al hotel, y se mete en el lobby. Me dicen que me dirija al interior a negociar. Que es un hombre desconfiado. No quiere que haya testigos, piensa que soy una especie de agente secreto del gobierno que le quiere tender una trampa.
El tipo bastante oscuro de piel, con un Smartphone que no deja de consultar, 1.90 corpulento, ropa occidental, zapatos de plástico imitación unos casual, camisa arrugada y chamarreta manchada. Un guarro, un déspota, un bastardo.
Nos sentamos uno frente al otro, me dice que por qué tenía yo tanta prisa, que las carreteras están mal y que se tarda. Me disculpó, bajo mi perfil, intento ser humilde y sumiso. Me muerdo la lengua. El tipo no para de avasallarme.
Tras unos tiras y aflojas el tío va al grano. La niña está bajo su tutela me dice. El representa al estado. La manutención de la niña por ser un caso especial con detención de la madre adoptiva corre a su cargo. Que se gasta una pasta en ella, que está bien atendida, que va al colegio y que su sitio es este y ningún otro. Que quiere romper el vínculo totalmente entre la niña y mi amiga y que no la vamos a ver ni ahora ni nunca. Que la niña está bien y que todo esto la puede alterar emocionalmente. Hasta aquí bien…
Le propongo soluciones, como que se haga cargo de la niña mis conocidos etíopes de la capital, a los cuales mi amiga financiaría y apoyaría en la educación etc…
El tipo dice que imposible. Imposible todas las soluciones. No me pide dinero en ningún momento, solo que no quiere mantener el contacto con mi amiga y punto. Que la detuvieron y que la niña está marcada. Que el intermediario de mi amiga es un estafador y que no le ha untado manteca en el bolsillo en ningún momento….En fin, al final, es la pasta, en definitiva.
Ofrece una solución discreta y privada. Que alguien ajeno a mi amiga haga otra solicitud formal de adopción y el inicia el proceso, prometido y que será rápido. Eso sí, a la niña hay que cambiarle el nombre para que pueda salir del país. O sea, un delito en toda regla….Un detalle: Para empezar los trámites, es necesario hacer un donativo de 5.000 euros…., y luego, los gastos que vayan surgiendo. Total, otro timo en el que tiene el control directo, no hay ninguna garantía. Una mercancía a explotar. Una niña de su tierra, de su raza, de su etnia.
Su objetivo es que sea adoptable al precio que sea antes o después. Y que con mi amiga no hay nada que hacer, ni pagando. Denota una fuerte animadversión hacia ella ya que estuvo mal asesorada por su hombre de confianza, el famoso vampiro emocional y que yo mismo pude constatar que era un simple estafador y de los malos….
Total, que se termina la reunión y no hay nada más que hacer. Ni siquiera nos ofrece la posibilidad de ver a la niña. Ni acercarnos al orfanato. Eso sería un problema para nosotros.
No suelto ni una lágrima. Creo que mi cupo de lágrimas se agotó mientras veníamos a este lugar perdido de Dios….Lo asumo, lo encajo pues veo al tipo posicionado. Como paso final, le ofrezco un trato, dinero a cambio de su compasión….No lo acepta. No quiere este dinero. Quiere una tajada más grande, una adopción internacional sin problemas, que sea viable, cambiando el nombre de la niña.
Le pido poder entregar la maleta púrpura…, a la niña. Me dice que ni de coña, que es innegociable. Me parece un perro rabioso. Insisto y me dice que no…..Que coño hago con la maleta ahora….? Mi objetivo era entregarla en mano y este bastardo no me lo permite.
No me la quiero jugar. Estoy muy lejos de casa y estos me avisaron cómo se las gastan estos, así que agacho el lomo, me la enfundo y le digo si él es tan amable de entregarle la maleta a la niña. Me dice que no hay problema. Que se la lleva. No me deja ni entregarle unas fotos que me dio mi amiga. Nada, ningún vínculo me dice. Me mira fijamente a los ojos y me dice: Dile a tu amiga que se olvide de esta niña.
Me levanto me despido y me quedo con el gesto tirano del tipo. Un tipo asqueroso, repugnante, como los que me he tropezado esta última semana. He venido a este país y he tratado con la basura humana nada más. Mis paseos callejeros gracias a Dios me han permitido disfrutar del buen humor, de la humanidad y amabilidad de los etíopes. Muy buena gente todos. No me he topado con nada desagradable, respetan a todo el mundo, son tranquilos y colaboradores. Me han gustado mucho. Excepto esas escenas realmente crudas de pobreza extrema, de abandono y casi de muerte.
Pienso en mi amiga y en cómo le voy a dar la noticia. Dejo pasar dos horas, me paseo por la ciudad y decido mandarle un mensaje.
El impacto es de incredulidad, reactividad, abatimiento y derrumbe total. No para de mandarme mensajes preguntándome todos los detalles, si hicimos bien al ir, por qué no me dejó ver a la niña, no tiene sentido, es un hijo puta…., que le he hecho yo, por qué a ella……y un sinfín de por qué durante 3 horas…..No sé cómo consolarla.
Me mantengo tranquilo y paciente. Está tan abatida que tiene mezcla de desesperación y de reactividad. Está destrozada.
Le he certificado que debe romper su vínculo emocional con esa niña. Que le van a cambiar el nombre, que saldrá con otra familia y que le perderá la pista. Que desaparecerá…..Que debe prepararse para el duelo de una vez….
Me sorprende porque me vuelve a decir que contactemos con el pirata de la capital, con su hombre de confianza….Está tan desesperada que quiere volver a él, a pedirle que intervenga. Soy contundente y lo desaconsejo. Mi opinión es que los problemas los ha incrementado gravemente este hijo de mala madre, hasta el límite de condicionar a la niña que ya bastantes problemas tenía con el proceso de adopción revocado.
Su contacto el vampiro emocional la aconsejo mal y le sacó un montón de pasta, miles de euros alimentando un sueño completamente imposible. Porque yo en un día conseguí al menos llegar al “amo del calabozo” y contactar sin intermediarios. Su contacto en dos años no dió ese paso, claro está, porque no le interesaba. Su objetivo no era salvar ni llegar a la niña. Su objetivo era la pasta……
Misión cumplida. Misión Imposible.
Acordamos volver mañana mismo hacía Addis. Ya no tenemos nada que hacer aquí. Estamos todos abatidos la verdad. La tensa espera ha desencadenado en lo que yo presentía desde que salí de España. Mal feeling.
Salí de Málaga en el AVE a Madrid. De Madrid en avión a Roma. De Roma a la carrera por el trasbordo, a Addis Abeba. 8000 kilómetros.
Después de negociar con el Diablo y sus colabores en la capital, me pegué 400 kilómetros por carreteras africanas, 10 horas de coche. De ida y otros 400 de vuelta.
La niña era nuestra luz. Ahora mismo, todo es oscuridad….