10.- Tibetanos y budismo.

Algunas breves pinceladas sobre esta gente:

Los Tibetanos son profundamente religiosos. Y toda su vida se basa en la religión, en el budismo.
Su existencia se basa fundamentalmente en acumular méritos, enviar un hijo al monasterio, emprender peregrinaciones y mostrar devoción por la santidad y el poder de algunos lugares naturales.
Los tibetanos son abiertos, alegres, sinceros, tolerantes y tienen buen humor, lo cual es sorprendente debido a los problemas que tienen desde 1949 con los chinos.


La vida en el Tíbet es dura y hostil, por la orografía del país, por sus condiciones de vida, por el régimen dictatorial al que están sometidos por parte del gobierno chino y por la explotación de su nación. La mayor amenaza para la vida cultural tibetana son el desarrollo y la inmigración china, con sus nuevas ( aunque maltrechas) carreteras, bares de karaoke, burdeles, canales de televisión china y teléfonos móviles. Sólo se utiliza a nivel educativo el chino mandarín y cualquier forma de disensión política se reprime con dureza y rapidez. Un cuarto de la población es nómada, hay 20 millones de cabeza de ganado ( entre yaks, caballos, cabras, etc….), o sea, más que tibetanos.


Tíbet recibe tres millones de turistas al año, de los cuales el 93% son chinos. El país es rico en litio, gas natural y petróleo….( igual por eso es tan interesante para el gobierno chino y su “revolución cultural”….).
Las casas suelen ser modestas y todas suelen tener un pequeño santuarios para practicar su fe. Son hospitalarios, afables y tolerantes.
Los khampas son el grupo étnico más fácilmente reconocibles: suelen ser más grandes y rudos que los otros tibetanos, y llevan borlas rojas o negras en su largo cabello.
Los tibetanos no entierran a sus muertos. Se deja el cuerpo en posición sedente durante 24 horas mientras un lama recita oraciones del Libro tibetano de los muertos, para ayudar al alma en su viaje al bardo, el estado entre la muerte y el renacimiento. Tres días después el cadáver se bendice, se pliega ( se rompe la columna y se hace un paquete) y un amigo íntimo lo trasporta hasta el lugar del funeral (durtro) , que suele ser una colina, donde es descuartizado por personal especializado ( rogyapas) para que se lo coman los buitres. Lo que se considera el último acto de compasión para las aves. La muerte se considera un poderoso agente de transformación y progreso espiritual, por eso se anima a los tibetanos a presenciar este ritual para afrontar la muerte abiertamente y sin miedo.


El budismo tibetano se caracteriza por una fe asceta cuyo principal objetivo es renunciar al ego y seguir un camino de moderación. A pesar de ellos los tibetanos dan la impresión de ser personas sorprendentemente realistas y prácticas. Se puede considerar al budismo como la religión más tolerante del mundo, adaptándose a las condiciones locales y creando innumerables escuelas de pensamiento.


Buda nació en una familia noble aunque renunció a ella y se convirtió en un asceta y se dedico a buscar el sentido del sufrimiento en el mundo. Practico un ascetismo intenso para acabar concluyendo que aquel sendero era demasiado extremo, manifestando que había un Camino Medio entre el placer sensual y el autosuplicio ascético, un camino de moderación y no de renuncia. Hace hincapié en la no violencia, la compasión, la ecuanimidad ( serenidad en la mente) y la conciencia ( conciencia del momento presente).
El Karma es un concepto fundamental aunque escurridizo. Sería el concepto de acción y sus consecuencias. Es decir, que toda acción deja un rastro psíquico que se transmite al siguiente renacimiento. No debe considerarse como una recompensa o castigo, sino simplemente como un resultado. Por eso el objetivo para los tibetanos es intentar conseguir el máximo de buen karma ( méritos) posible, alegrándose de dar, como por ejemplo ceder un hijo para que se haga monje, los actos de compasión y comprensión tienen un resultado kármico positivo.