30.-Desierto del Gobi.Parte 4: “En pelotas” por el desierto…

Jornada 6: Miércoles.

Yolin Am Valley-Tsagaan Suvraga:

 Nos levantamos a las 6.30 de la mañana, con el relinchar de los caballos, que andan sueltos alrededor de nuestro ger. Hace una mañana impresionante, con un sol que ya ha salido por el horizonte, y toda la familia que nos acoge que ha empezado sus tareas con el ganado. Nos preparan el desayuno y nos lo llevan a la tienda. Nos hacemos las últimas fotos con los niños principalmente, el alma de todos estos lugares. Los adultos son más serios, como más desconfiados en un principio, están más condicionados.

Los niños aquí son puros, se acercan si los llamas y aceptan todo, sin pedir nada. Siempre sonríen y muestran una gran y discreta curiosidad.

Las despedidas nunca me han gustado, y aunque hemos pasado unas pocas horas con ellos, les coges sin querer un cierto cariño, y al marcharte, se quedan todos agrupados, mirándote con un rostro algo serio, como pidiéndote que te quedes un poco más….Y a mí eso me parte en dos y me empiezo a poner triste, y me pongo las gafas para que mis colegas no vean como se me empañan los ojos de lágrimas, porqué piensas una vez más, que duro es todo aquí, pero a la vez,  que simple y que auténtico. Y que putada de vida, con tantas carencias, sin luz, sin agua, sin casi nada…Y ahí, con esa hospitalidad, esa generosidad, esa bondad y esa belleza.

 Y pienso que esos niños que no conozco y que me voy tropezando, son los hijos de la tierra, los hijos de los hombres…., o sea, un poco, mis hijos. Y no me gusta nada la sensación de dejarlos atrás…..

El viaje de hoy ha sido duro, por los carriles y por el calor. Creímos que salíamos del desierto pero nos hemos metido en otro, aún más seco, mas duro, más hostil….Cientos de kilómetros a la redonda sin absolutamente nada. Aquí es como salir de ninguna parte para llegar a eso, de nuevo a ninguna parte. Son las cosas de los desiertos. Ásperos pero de una belleza difícil de definir…..

Hoy por ejemplo después de muchas horas de furgoneta, el conductor nos ha traído una un campamento de gers para turistas, de precios moderados, 3 euros por persona. Los gers están limpios y el ambiente no puede ser mas tranquilo. Italianos, franceses, israelíes, koreanos…..,una ensaladilla rusa….La gente suele ser maja, agradable, a la más mínima te dan conversación.

 Hemos tenido un par de averías en la furgoneta, un amortiguador roto, pérdida de tornillos y otros elementos del vehículo…., por los baches…. y  de paso nos hemos perdido por el desierto durante un buen rato….Asusta la verdad, pues no sabes si estás evolucionando en círculos, si vuelves al punto de partida y si vas recto. Y nos vamos encontrando a otros grupos de “guiris” con sus furgonetas rusas “tuneadas” a la mongola ( algunas tienen más de 50 años) con algunos problemillas también, parados en mitad del desierto, intentando arreglar un motor que ya no funciona, el embrague, los frenos o la caja de cambios que ha saltado por los aires….

 Y al final el cansancio nos ha hecho mella y estábamos todos un poco derrotados. Al llegar al campamento mis colegas se han refugiado en un ger a tomarse unas cervezas y yo hr preferido irme a dar una vuelta por el desierto,  así  que dejé mi mochila, la cámara y mis cosas en la furgoneta y me fui alejando poco a poco del campamento, así….hacía el infinito.

 A veces me cuesta adaptarme a las dinámicas de  grupo, sobre todo tanto tiempo seguido y opto por buscar algunos espacios durante unos minutos, mientras que los demás parece que tienen más facilidad y habilidad para permanecer en colectividad…..lo cual sinceramente me da cierta envidia.

 He cogido una botella de agua, el calor había menguado un poco, andaba por los 40 grados, y me he puesto a caminar sin rumbo. Hacía 5 semanas que no me daba el sol en el cuerpo, así que me quité la camiseta para sentir el viento cálido en la espalda, el pecho, los hombros….

Y poco a poco me he ido alejando del campamento hasta perderlo de vista. El paisaje era maravilloso. Soledad absoluta, silencio “ensordecedor” y paso a paso iba descubriendo animalillos, una liebre, lagartos pequeños, algo parecido a ratas del desierto que al verme se refugiaban en sus madrigueras, águilas hermosa sobrevolando un cielo insultantemente azul y…. esas cosillas..…

En fin, que de nuevo iba yo paseando como “caperucita roja”….,por ese desierto. Y seguidamente, he sentido la necesidad de pisar la tierra, y me he quitado los calcetines y las botas….Y he seguido caminando. Sentía el calor de la arena, los pies hundiéndose…. Más que caminar iba como deslizándome….. Luego era como si sintiera algo especial, una sensación que no puedo describir…..Y me he quitado el pantalón y lo que me quedaba, los “underwear” que dirían los británicos, y me he quedado así, sin ropa sobre el cuerpo….Si señor, lo que no soy capaz de hacer en una playa de Maro , lo he hecho aquí….Con un par.!!!

 El cuadro era digno de verse: un tío andando completamente” en pelotas” por el desierto del Gobi, con gafas de sol y sombrero de camuflaje desértico, en una mano, las botas y los calcetines, en la otra el resto de la ropa, calzones incluídos y la botella de agua.….

Y así estuve una hora, caminando sin rumbo como mi madre me trajo al mundo. No se veía a nadie, obviamente….Y sinceramente, hasta deseé que pasara una furgoneta, una moto, un algo…… Para que se quedasen “a cuadros…”, pues no pensaba mover un dedo…Como si fuera alguien que ha perdido el “sentido común”, el buen decoro, la lucidez….

 Difícil de explicar. Son momentos, sensaciones que surgen, que sigues y te dejas llevar sabiendo que es lo correcto, que es exactamente lo que tienes que hacer, que en ese momento la comunión con el entorno es perfecta.

Claro después de una hora caminando por el suelo lleno de piedrecitas y pinchos, que me produjo una mezcla de dolor-placer, algo parecido al masoquismo…creo…., y me empezaron a salir ampollas en el talón derecho y dedos del pie izquierdo. El “rostro pálido” tiene los pies delicados, no como esos aborígenes curtidos del desierto australiano que ví como caminaban descalzos  y que  tenían la planta del pie como la suela de mis botas.….

Total, que me volví a poner calcetines y botas, con lo cual la estampa quedaba aún más ridícula….Con botas, sombrero y “en pelotas”….totalmente desinhibido…

Cosa curiosa esta de andar por el desierto mongol….me digo a mi mismo…

Y el remate llega cuando totalmente abstraído en el entorno, caminando sin rumbo, me da por mirar hacía atrás y me encuentro con un grupo de 4 o 5 camellos a escasos metros, mirándome supongo como si fuera un extraterrestre, y yo que me quedo de piedra, con mi sombrero, mis gafas, en una mano las botas y en la otra la botella de agua, y las “vergüenzas” al aire…Y me pongo a recordar que he leído en la guía, que hay un período en que los camellos están especialmente “bravos y algo irritables” cuando les toca el celo….Y me siento digamos que vulnerable, y empiezo a tragar saliva y a rezar en arameo para  que no sea precisamente ese “el momento”…Que el celo haya sido en primavera…….Porque me estaban mirando fijamente con esos ojitos y esas pestañitas y no sé, cuatro contra uno iba a ser complicado, sobre todo sin los calzones puestos……Creo que estaban ellos más asustados que yo y al final desviaron su trayectoria…Y se fueron retirando….Suerte, parece que el celo fue en primavera….

Son las 12 de la noche. La hora mágica. Suave brisa desértica tras una tremenda tormenta de arena hace un par de horas, que ha dejado todo como en la película” la Momia”….Lleno de arena.

Impresiona y da miedo ver como se acerca a lo lejos una tormenta de arena….A mi me ha pillado en la ducha….de nuevo “en pelotas”…Vaya tarde me digo….y me pongo a  imaginarme la escena….La tormenta llevándose el barracón de las duchas y yo allí quedándome a la intemperie sin ropa  y lleno de jabón…Y con un montón de coreanos sacando sus cámaras de fotos para no perderse ni un detalle, y filmarlo todo…y sacarme en el Youtube ese……

Y aquí, estoy escribiendo mi relato, y aparecen un par de cachorros de pastor alemán con quién he estado jugando toda la tarde. Y me vuelvo a emocionar. Uno de ellos está acercándose hacía mi, y se me sube encima y casi me tira el ordenador. Busca caricias….Termino el relato, dejo mi ordenador y me pongo a acariciarlo….Se ha tumbado a la entrada de nuestra tienda….como anoche hizo el otro perro pastor…como para protegernos…..

Es una pasada esto del desierto del Gobi.