4.-  Chengdu: “EL GRAN HERMANO” Nos controla….”

26 Junio 2010

Hoy ha amanecido lloviendo a cántaros. El cielo sigue gris plomizo y el ambiente es algo incómodo. 27 grados y un 80% de humedad relativa….La sensación es de sudar continuamente, la ropa se pega al cuerpo, la lluvia se mezcla con el sudor y en fin, con la sensación de pesadez continua tanto en la calle como en la habitación. Chengdu está rodeada de montañas de 4000 metros, lo que hace que más que nubes, el cielo está constantemente cubierto, chispeando continuamente por lo que el clima desde luego no es lo mejor de esta ciudad. Y dando gracias, pues algunos días se alcanzan los 35 grados y una humedad del 85%, con lo cual, aún tenemos que estar contentos.

En uno de nuestros paseos nos hemos topado con los “ limpiadores de oídos”… Si, tal como suena…Ya los había visto y probado en la India hace años y lo cierto es que me resultó una cosa sumamente curiosa, así que de nuevo me puse en sus manos.

Hacen también masajes, pero su especialidad son los oídos, y provistos de unos alambres de distinto tamaño, algodones y pinzas, te los introducen todo por fases en los oídos… Y da miedo pues notas ese punzón tipo alambre llegando hasta lo más profundo del oído, dirías que hasta el tímpano y moviéndolo con mucho arte, consiguen limpiarlo por dentro sacando al exterior bastante “porquería” acumulada, en forma de cera. Luego te dan un pequeño masaje en la parte exterior de la oreja y con unas pinzas y otro artilugio metálico hacen un ruido que te relaja el oído tras la manipulación hecha, como para relajarlo con algo de suave sonido metálico parecido a un carillón….

Una experiencia diferente y no exenta de cierto valor, pues cuando los ves meter esos punzones en una zona tan delicada como las orejas, da un poco de “acojone”…

Hoy nos confirman en el hotel que Internet falla mucho por los continuos rastreos policiales ( Police watchers)  por todas las zonas de la ciudad, que llevan a interrumpir la señal y a boicotear a Google, en una obsesión por el control y la información que le llega a la población y lo que puedan consultar y enviar los extranjeros. La sensación de control y miedo es latente, se respira una atmósfera de sutil represión, presencia policial uniformada y cualquiera aquí puede ser un “agente camuflado”, cada entrada a cualquier bloque de la ciudad está controlada por un “ciudadano voluntario responsable” que debe advertir a las autoridades de la presencia de extranjeros etc. En fin, lo que ya sabía pero una vez aquí se confirma toda esta situación de “revolución cultural” del estado chino….Que, por cierto, hoy salía en la TV, su presidente  Hu Jintao entrevistándose con todos los grandes líderes del planeta, para llevar a cabo acuerdos comerciales por supuestos… El “Dragón dormido”, creo, está ya totalmente despierto…

Por motivos que ahora no puedo contar, mi colega está algo derrotado, pues unos amigos suyos tibetanos están siendo perseguidos por el gobierno y, bueno, la situación es realmente grave y muy compleja por aquello del la invasión del Tíbet de 1950. Lo contaré cuando salga del país pues, como he comentado, aquí todas las comunicaciones están “filtradas”. Y aunque parezca una paranoia es una realidad, lo único que hay que vivirlo para creerlo.

Teníamos pensado abandonar la ciudad pasado mañana, pero al final, por lo contado, vamos a intentar cambiar los billetes para salir de aquí  mañana mismo si puede ser.

Los desplazamientos por la ciudad los hacemos en taxi, que son  muy baratos, 1,5 euros un trayecto considerable, con lo cual compensa cogerlos, pues la ciudad es gigantesca, las señales e indicaciones son en chino y no hay forma de orientarse ni de comprender absolutamente nada. Y para colmo, el personal en la ciudad no es muy amigable.

La TV aquí es la misma basura que en Occidente, los mismos programas patéticos, Operación Triunfo, Tú si que vales, telenovelas absurdas, la misma onda y los  mismos cortes de pelos entre los adolescentes, gorras raperas, pearcings, indumentaria globalizada, etc. Y muchos programas analizando cada jugada de cada equipo de fútbol en el mundial que se está celebrando en Sudáfrica. Por la noche, en el hall del hotel, alcohol a “go-go”, aunque el ambiente es mas tranquilo que en Occidente,  y por la mañana la típica resaca del licor de arroz, cervecitas y demás.

Todo bastante plano, igualitario y monótono. Son las cosas de la dichosa globalización, uno se levanta por la mañana y no sabe si está en Cádiz, Estocolmo, Shangai o Arizona. No hay color… Ni sonidos nuevos y genuinos, todo es una copia repetida hasta la saciedad, personas robotizadas con un pensamiento global que actúa por la “fuerza de la corriente” imperante. Las grandes ciudades como éstas aún son más patéticas que en Occidente, con su contaminación, masificación, estrés, despersonalización y su brutalidad.

En el hotel, por las calles, algunos chinos nos hacen fotos….Parecen turistas ellos también que vienen de otras ciudades… Digo “parecen” pues el clima de desconfianza es tal que uno no sabe ya si son agentes encubiertos del gobierno que en una obsesión por controlar cualquier entorno, quieren tener fotografías de cualquier extranjero que se mueva por la ciudad. Acaban de hacerme una foto, y percibo que el tipo fotografía todo, el mostrador del hotel, una barandilla, un tablón de anuncios, un mapa en la pared… Qué pasada!!!

Es muy complejo comprender a estos chinos… o igual era un coreano, o un japo……

 

  1. sabina says:

    No me atrevería a someterme a esa limpieza de oídos. Suena menos agresivo el procedimiento que utilizan en Indonesia con el mismo fin.